Soy madre y me va a dar algo (parte 1)
SE ME EXTRAVIÓ LA CAPA DE HEROÍNA AL SER MAMÁ
Comienzo este relato abriendo
mi corazón para contarles que además de promover fervientemente la lectura
también soy madre, ¡sorpresa! Sí, además de publicar todo el día mensajes de
libros, desarrollar un blog y haber escrito mi primera novela. Soy madre de dos
niños maravillosos, mi hija de 6 años y mi hijo de 4.
Y con esto quiero dejar claro
el mensaje de “¿qué las chicas no podemos hacer qué?” la mujer del siglo XXI se
presenta al mundo con su capa roja de mujer maravilla desplegando todos sus
atributos en las diferentes áreas de la vida.
Lo que nos diferencia de esta
heroína es que de manera literal ella vuela y nosotros caminamos. Cosa que no
hay que olvidar. Y aunque nuestra estructurada y organizada forma de
plantearnos en nuestra rutina diaria, buscando la perfección de todos los
elementos que nos rodean. Al convertirnos en madre nos transformamos en una caricatura
más parecida a la Chimoltrufia del Chavo del ocho que a la espectacular Lynda
Carter, actriz que interpretó a la mujer maravilla en los años setenta.
En la actualidad ser mujer es
una gran labor y un trabajo que solicita mucha precisión, esfuerzo y
dedicación. Plantarnos de cara en esta sociedad y mantenernos vigentes requiere
un ánimo que no cualquier hombre mantendría.
Debemos estar implacables
tanto física como emocionalmente. Debemos estar al día con nuestro tinte de
cabello, depilación, ropa, uñas y no solo de manos también de pies y claramente
hablando de manera coherente para no parecer que perdimos un tornillo de camino
al trabajo.
Y este sacrificio de maternos
actuales no es solo para validarnos en el puesto que nos han otorgado en el
ámbito profesional, también en nuestro hogar junto a nuestro compañero, ya que
si nos descuidamos lo más probable es que miré para el lado. El mercado está
bien surtido de una variedad de modelos que buscan a un hombre como el que
elegimos para concretar nuestro felices por siempre.
En la casa debes ser la
experta ama y señora de tu hogar, manteniendo la despensa al día, con
diferentes alimentos, frutas y verduras, además de un orden riguroso y una
decoración exquisita, ya que hoy también es importante hasta la última planta y
color de macetero con el que adornas tu hogar.
Sin mencionar a la fogosa
amante y además creativa diosa interior que llevamos adentro, debe hacer su
aparición tres veces a la semana, mentira, ese es un mito al menos cuatro veces
al mes, pero de una calidad impecable mantendrá nuestra libido y el de nuestro
hombre satisfecho.
Además de todo lo demás
expuesto, viene el momento en el que tu reloj biológico comienza a sonar de
manera desenfrenada y llega el momento tan esperado, ser madre y como somos una
profesional en todos los ámbitos, creemos que ser madres es algo más en nuestra
lista que seremos capaces de llevar de manera rigurosa.
Nos compramos algunos textos
para conocer los primeros cuidados, nos preocupamos de todos los detalles
prácticos para la espera de nuestro hijo o hija, colocamos todos los elementos
que nos recomiendan de forma estratégica y hasta el bolso para llevar a la
clínica lo tenemos listo dos meses antes, porque somos la planificación hecha
mujer.
Nuevas noticias esa perfección
imaginaria se derrumba en el primer momento que recibimos a nuestro bebé en
nuestras manos y escuchamos su primer llanto. Que no sabemos si es de alegría,
de hambre, de molestar o de solo cambio de pañales.
Nos desorientamos, queremos de
alguna forma volver a meter a ese pequeño adorable pero desconocido para
nosotras en el interior de nuestro útero que, aunque las últimas semanas
rogábamos a nuestro ginecólogo para que lo sacara, era más sencillo soportar
los pies hinchados que los sentimientos que nos envuelven de desconcierto y
confusión.
Pides ayuda de manera cauta
con tus ojos a tu compañero, pero él esta embobado con el pequeño en su regazo
y al primer gruñido de tu bebé lo lanza a tus brazos para que lo resuelves,
pues claro tu eres la madre, eres mujer y sabes que hacer, eso es al menos lo
que se supone.
Después de unos días de haber
vivido el momento más feliz de tu vida, te das cuenta de golpe que estas al
mismo tiempo viviendo el momento más aterrador. En el cual cuando llega la
silla de ruedas a tu habitación del hospital o clínica para llevarte a tu nueva
vida, quieres agarrarte con uñas y dientes para quedarte al cuidado de las
matronas y enfermeras que cariñosamente te despiden y tus con los ojos gritas
noooo.
A la semana piensas que es
cosa de acostumbrarte, pero necesitas con urgencia haber comprado fósforos para
pegarte en los ojos ya que el cansancio físico te envuelve y consume sin
piedad. Además de lidiar con tus malestares post parto, debes lidiar con un
recién nacido que lo amas por sobre todas las cosas, pero porque no habla y me
dice lo que quiere.
Sin mencionar que tu compañero
sigue con la misma cara de shock que presentaba en el quirófano y solo es capaz
de dar vueltas en círculos. Ya que como eres la encargada de la administración
de todo en la vida que los rodea, obviamente también te debes hacer cargo del
nuevo integrante de la familia y tu mentalmente quieres gritar, ya que aún no
te has bañado, hace una semana que no vas al baño, no hay comida y cuando
quieres caminar discretamente a la cocina para lavar la loza de tres días el
bebé vuelve a llorar.
Te sientas en tu cama con la alegría desbordando al mirar esas pequeñas manos que envuelven la tuyas, y al
observar tu reflejo en el espejo te das cuenta que la mujer maravilla
desapareció y te envuelve el miedo al pensar si podrás encontrar la capa roja,
debajo de la gran cantidad de pañales, talcos, mantitas, algodones y ropa
diminuta que ya cambiaste tres veces al día.
Y la respuesta en ese momento
es obvia ya que no puedes contra ello, te unes al llanto de tu bebé y cuando un
orgulloso padre te pregunta ¿Qué te ocurre? Solo eres capaz de decir ¿Es broma?
lloro de felicidad.
Chicas ¿Quién ha llorado de
felicidad? Continuará…
Tamara Kruger
Que buen y práctico relato de un día cualquiera del antes y despues, desde que llegó tu primer hijo..... Te felicitó eres genial para interpretar y manifestar..... Saludos
ResponderEliminarQue buen y práctico relato de un día cualquiera del antes y despues, desde que llegó tu primer hijo..... Te felicitó eres genial para interpretar y manifestar..... Saludos
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